Felipe Bosch Gutiérrez/Presidente de Fundación para el Desarrollo (FUNDESA)
Siglo 21
27 de agosto 2013
El Encuentro Nacional de Empresarios (Enade) que se realizará el próximo 10 de octubre, tendrá un enfoque solidario. La hoja de ruta será el combate a la desnutrición crónica y el acceso a la educación.
Según los organizadores, la idea es que el día en que se realice el foro se llegue con propuestas de solución, las cuales, se espera, sean suscritas por los sectores políticos representados en el Congreso.
¿Cuál es la estrategia del encuentro?
Lo denominamos Mejoremos Guate. El primer tema fue la atracción de inversión y creación de empleo, la cual tratamos en 2012. Luego, la solidaridad, que es la columna central, donde incluimos el combate a la desnutrición crónica y el acceso a la educación. El siguiente será la seguridad (2014). Esas tres columnas están basadas en una vertiente que es el fortalecimiento institucional.
En el Enade 2013 se plantea un cambio, ¿en qué consiste?
La intención es evitar una propuesta en frío. Vamos a consensuar o, por lo menos, oxigenar con entes importantes de la sociedad. Invitamos a los partidos políticos y a los técnicos de organizaciones sociales que tengan que ver con estos dos temas. Por cierto, he quedado asombrado de la capacidad que existe en ellos.
¿Cómo se tiene contemplado el trabajo previo?
Por medio de talleres se llegará a acuerdos puntuales básicos y, luego, se presentarán en el Enade, no como una propuesta de Fundesa sino algo consensuado. Se pretende llevar los lineamientos básicos para que, no importando quién gobierne, se respete e impulse la propuesta. Por ello, se busca que la firmen los secretarios de los partidos. Será un acuerdo de hacia dónde deberían de ir las políticas públicas y las asignaciones presupuestarias.
Sabemos la importancia de poner sobre la mesa esos temas, pero ¿qué implica para el empresario discutir sobre nutrición y calidad educativa?
Vemos que en el mundo empresarial existe la competitividad. Hay otros competidores que están tratando de hacerlo mejor cada día y si no empezamos a tratar de mejorar, nos rezagaremos. La intención es que tenemos que contar con el material humano necesario para que el país pueda ser competitivo. Lo básico es gente nutrida, que no se esté muriendo de hambre, y educada.
En el tema de la desnutrición hay un asunto que nos ha dado líos, que son las estadísticas. Vemos que en los últimos 30 años el dato no se ha movido, el porcentaje sigue alrededor del 49% de desnutrición crónica en niños. Hay que hacer algo radical para que esa tasa pueda moverse.
En educación hay dos asuntos puntuales: sólo el 7% de los niños pasan el examen de matemática y el 24% de lectura. Eso nos pone en una situación complicada. No podemos exigir mucho a nuestros jóvenes cuando lleguen a ser parte de la Población Económicamente Activa.
¿Y cuál es la meta que se plantean reducir en nutrición y educación?
La gran meta propuesta es en la conmemoración del bicentenario de la independencia; es decir, para 2021 deberíamos estar en 32% de desnutrición, y el 50% de pobreza bajarlo a 35%. Tenemos 8 años nada más, son 2 o 3 gobiernos, por eso hablamos de que tienen que ser políticas de Estado, hojas de ruta a seguir.
Regionalizan Talleres
¿Por qué se decidió realizar los talleres en Quetzaltenango, Cobán, Escuintla, Zacapa y la capital?
Estamos trabajando en una mesa de asuntos individuales con líderes indígena de diferentes partes del país. Además la idea es trabajar en los cuatro puntos cardinales. Por ejemplo, en Cobán, es importante porque hay altos índices de desnutrición crónica, pero hay otro tema importante, que es la electricidad.
Si no hay conectividad es muy difícil que se reduzca la desnutrición, por lo cual es necesario realizar el esfuerzo.